lunes, 20 de julio de 2020

LA DISCIPLINA CIUDADANA, EL ÉXITO EN TIEMPOS DE PANDEMIA.




Los protocolos funcionan si y sólo si el componente humano involucrado se compromete a cabalidad en cumplirlo, es así, simple y directo, cualquier plan, cualquier medida, cualquier protocolo que se piense para enfrentar el posible contagio y el efecto del Coronavirus en nuestra ciudad y país, funciona sólo si como ciudadanos nos comprometemos con lo estipulado. Hay cosas que solo funcionan si son asumidas desde el consenso de que se deben cumplir porque buscan el bienestar general y no sólo por la coerción del estado, ¡claro está!, sin que éste ultimo deje de lado su acción de vigilancia para reorientar posibles descaminos en individuos que no representan la mayoría ni el compromiso en pro de la colectividad. 

Es por esto que me llama la atención poderosamente el que a diario se deban imponer comparendos a quienes incumplen la cuarentena en contextos de fiestas clandestinas, justificadas en el alivio de la monotonía y en la necesidad de relacionamiento social, que si bien ahora parecen importantes, no son equiparables con la imperiosa necesidad de preservar la vida. No criminalizaré a quienes en un acto desesperado salen a buscar su sustento diario, pero si a quienes atentan contra la vida por el mal uso del tapabocas e incluso en el argumento de que el coronavirus no existe.

Es de reconocerse la urgente necesidad de reactivar nuestra economía, al ser el efecto de una recesión económica profunda mucho peor que el mismo virus, pero ante la falta de cultura e introyección del autocuidado, cualquier iniciativa para tal fin será desvirtuada, como por ejemplo pasar del ``DÌA SIN IVA`` al ``COVID FRIDAY`` como ha sido llamado por medios internacionales; así las cosas, cualquier estrategia será exitosa sólo si desde la colectividad se cumplen a conciencia la desinfección juiciosa, la distancia prudente y todos los debidos y necesarios protocolos de bioseguridad

El humano es un ser instintivamente social, un ser gregario incluso con otras especies, pero también con alta capacidad racional, así que deberá la racionalidad controlar el instinto, renunciar momentáneamente al tipo de esparcimiento al que veníamos acostumbrados y priorizar la seguridad por encima de todo.

Finalmente y en reiteración, los protocolos sólo son efectivos si como ciudadanos nos hacemos corresponsables de su cumplimiento, sólo así será efectiva la prioritaria reactivación económica y más rápido el acondicionamiento a una “nueva normalidad”, de lo contrario morirán los medios de vida en el contexto económico, en biológico quizá nuestros seres más queridos.





martes, 7 de julio de 2020

¿HASTA DÓNDE LA EMPATÍA Y HASTA DONDE LA CRÍTICA HACIA EL FUNCIONARIO?



La columna de esta semana la quiero dedicar a cuestionar algo que me ha inquietado particularmente sobre el alcalde Daniel Quintero, mejor dicho, no sobre él, sino mas bien una situación que se genera por algo personal que le pasa al alcalde y su familia, si bien es cierto que desde que comenzó su mandato, la administración del alcalde Daniel Quintero no ha estado exenta de polémica, no es sobre las criticas a su desempeño como mandatario a lo que me quiero referir, sino a la empatía que algunas personas han mostrado para con el alcalde y la situación que vive con su esposa y su hija.

Desde que iniciò la cuarentena y durante todo el tiempo que ha durado la crisis del Covid-19 en la ciudad de Medellín, el alcalde ha estado presente al tanto de la situación, se le ha visto en diferentes alocuciones, recorridos y reuniones, al mismo tiempo, ha venido asumiendo toda la situación generada por la salud de su pequeña hija Aleia, que tiene 5 meses, el y su esposa, han asumido el quebranto de salud de su hija pequeña mientras que al mismo tiempo el alcalde asume una situación nunca vista en la historia reciente en Medellín, como padre que soy, frente a esto, no tengo mas que palabras y sentimientos de empatía y admiración para el alcalde.

Aquellos que son padres me entenderán cuando digo que nuestros hijos son nuestro motor y nuestro talón de Aquiles, mientras ellos estén bien, todo es solucionable y todo puede marchar mejor, pero cualquier cosa negativa que ocurra con nuestros hijos, nos afecta profundamente, mina nuestra capacidad de concentrarnos en nuestro trabajo, de darlo todo al cien por ciento, sin embargo, el alcalde de Medellín, al tiempo que asume el reto que esta situación familiar le genera, asume su rol como alcalde de la ciudad en medio de una pandemia, puede que la gestión del alcalde de lugar a críticas y en el escenario político la crítica siempre será un ejercicio de derecho eficaz para fortalecer la democracia,  pero en el plano personal que es donde quiero circunscribir esta columna, como padre, como ser humano, solo es posible sentir empatía y admiración por un padre, un esposo que ha tratado de asumir una situación compleja de salud con su hija y su esposa y continuar con su trabajo.

Desde aquí, valoramos y celebramos que la hija del alcalde Daniel Quintero se este recuperando satisfactoriamente, y deseamos lo mejor para su esposa y su hija, como padre, toda mi solidaridad con aquellos padres y madres que están pasando por una situación difícil con sus hijos, mis mejores deseos más allá de cualquier diferencia política.

Para cerrar, la política es un ejercicio humano, las diferencias políticas no deben jamás hacernos olvidar lo humano, es la solidaridad y la empatía con el otro lo que nos hace fuertes como sociedad, no es ético cuando alguien hace criticas a nivel personal a un mandatario aprovechándose de sus situaciones familiares difíciles, como seres humanos que somos, en nuestro devenir político y profesional, se da el suficiente lugar a critica, no son necesarios nunca los ataques personales.








LA POLÍTICA NO ES TAN FLEXIBLE COMO PARA TRAICIONAR A QUIENES VOTARON POR TI.

  La Política nunca debe ser tan flexible como para traicionar al elector, desafortunadamente, ese es el tipo de Política que atestigua Mede...