miércoles, 26 de mayo de 2021

¡YA ES HORA DE DIALOGAR!

 


Claramente las protestas deben ser disruptivas, la protesta para poder generar cambio social desde su génesis debe incomodar, sobre todo porque responde a un descontento social cuyo origen casi siempre tienen entre sus componentes la incapacidad de tender canales de dialogo efectivos con el gobierno, pero una vez causada la ruptura que se buscaba, es necesario implementar canales de dialogo o servirse de los ya dispuestos y mas importante aún, es necesario y urgente traducir el descontento social en propuestas o demandas coherentes con la realidad social y el sistema contra el que se protesta; en esto, el paro en Colombia ha sido ineficaz. La reforma tributaria se cayó, la reforma a la salud también se hundió y en el marco del paro se ha hecho mas que evidente que es necesaria una reforma urgente a la Policía, esos son logros que no se le deben atribuir a nadie más sino al pueblo en su descontento, sin embargo, más allá de estos puntos básicos, evidentes para todos, desde las marchas no ha surgido una demanda clara que sea lógica y coherente, las que se han hecho hasta ahora (matricula cero para estratos 1, 2 y 3, ingreso básico universal) son en extremo costosas y no es posible sostenerlas en el tiempo considerando el panorama económico del país.

Cuando un fenómeno de estallido social como el que esta viviendo Colombia no logra traducir el descontento en procesos de dialogo y concertación, se cae en el riesgo de dos escenarios muy poco convenientes para nuestro país, se desgasta el movimiento social sin lograr un cambio perenne y acorde al descontento que lo generó o se degenera en una espiral de violencia azuzada por la pobreza generada por la pandemia, los bloqueos y el panorama económico que el país enfrenta, es este ultimo escenario en el que nuestro país ya tiene un camino recorrido, ya sabemos muy bien que los mártires por causas no le sirven a nadie, que los muertos no nos llevan a construir y que la violencia nunca logra un cambio real y positivo para los ciudadanos de a pie que son quienes mas urgente necesitan que esta situación sea resuelta con propuestas acordes a su realidad.

Colombianos, es hora de dialogar, es hora de que las manifestaciones trasciendan la violencia por la violencia y comiencen a proponer un cambio, es hora de que dejemos de señalarnos como vándalos o asesinos y comencemos a construir como país, lo que digo no es un llamado a ignorar las razones del descontento, es SI un llamado a des escalar la violencia y comenzar a construir,  si bien es cierto que el paro es un derecho, los bloqueos largos en el tiempo resultan nefastos para la economía, no podemos dejar que la cura resulte peor que la enfermedad, después del golpe demoledor que la pandemia le dio a nuestra economía, no podemos hacer un knock out con bloqueos indefinidos que no se traducen en posturas de concertación y ánimo de construcción ni podemos entregarnos a propuestas delirantes e imposibles como desfinanciar a la policía o desestabilizar al Gobierno en un momento crítico para nuestro país, hay elecciones a la vuelta de la esquina, dejemos que sea la democracia la que hable, demandemos con el voto, des escalemos la violencia y comencemos a construir sobre las enseñanzas que el paro nos ha dejado. 



martes, 4 de mayo de 2021

DOLOR DE PATRIA

 

Se cayó la reforma, pero nos quedan los muertos, los heridos, desaparecidos, propiedad pública y privada afectada, una fuerza pública desprestigiada y una marcha estigmatizada, aunque la mayoría de ciudadanos marcha en paz y con demandas legitimas unos pocos eclipsan a través de la violencia el real propósito.

Marchar siempre valdrá la pena, es un derecho ciudadano en el contexto democrático y el ejercicio de la libertad que consagra la Constitución, pero la violencia definitivamente nunca valdrá la pena, venga de donde venga, Estado o manifestantes; la violencia es instrumentalizada por unos pocos para lograr propósitos electorales egoístas, se orienta en alimentar egos y roba legitimidad a una marcha en la que la mayoría de los ciudadanos hacen sentir su voz, reclamando condiciones en un país que hoy más que nunca se ve afectado por los devastadores efectos que el COVID-19 nos deja.

Hay que celebrar que la reforma se cayó, era una reforma impertinente porque fue presentada en el momento incorrecto y de la manera incorrecta, regresiva porque afectaba más a la clase media mientras protegía grandes capitales, además autoritaria porque fue construida sin consenso, pero ese logro, tumbar la reforma no obedece a unos pocos desadaptados vandálicos; claramente el señor de la tienda no es a quien se le reclama, ni a la señora que saca un puesto de comidas, ni a las personas que se transportan en el Transmilenio, el Metro o en el MIO, siendo por el contrario ellos a quienes afecta más esta violencia, que al final de la jornada sólo exacerba la problemática.

Ojo con el 2022, porque el país queda tan polarizado después de estos días de violencia que se teme que la discusión no admita un análisis real de propuestas coherentes que nos muevan a afrontar los retos económicos y por el contrario queda rezagada en el eterno dilema de simples posiciones políticas.

Ojo con el 2022, porque políticos irresponsables azuzan la violencia y mueven a la gente a votar en masa por cualquiera, entregando el país a personas poco abiertas al dialogo y contradictores de la real democracia, violentas en su discurso y autoritarias en su proceder, que poco saben o respetan las buenas prácticas y que en momentos de crisis como el actual, están desconectados de la realidad y recurren a criticas vacías y distantes de las necesidades del común de la población.

Rechacemos siempre la violencia, ésta enloda reclamos justos, ofende nuestra democracia e invisibiliza a quienes marchan en paz, NO es destruyendo infraestructura pública y negocios que vamos a lograr el país o la ciudad que soñamos.








LA POLÍTICA NO ES TAN FLEXIBLE COMO PARA TRAICIONAR A QUIENES VOTARON POR TI.

  La Política nunca debe ser tan flexible como para traicionar al elector, desafortunadamente, ese es el tipo de Política que atestigua Mede...